lunes, 28 de julio de 2014

Solidaridad con la Revolución Siria

No comparto la actitud de buena parte de las izquierdas hacia la Revolución Siria. Tanto la derecha como la izquierda sienten fijación por los barbudos a la hora de hablar de los conflictos en el llamado mundo musulmán. Otras personas en cambio se esfuerzan en explicar lo que está pasando tal cual, en su complejidad, y en hablar de la resistencia civil y los refugiados. Todas son cuestiones sistemáticamente ninguneadas cuando deberían ser lo relevante para toda persona que se defina como demócrata. Me ha gustado mucho este comunicado en apoyo a la Revolución Siria, obra de la Red Colectiva Internacional TahrirEligen además una fecha emblemática, la de la masacre de Al Ghouta. Lo traduzco al castellano (las negritas son mías) y animo a firmarlo en srsbases@gmail.com

Siria: comunicado de solidaridad con la Revolución Siria

Mientras los sirios conmemoran el primer aniversario de los ataques químicos del régimen de Assad en Al Ghouta, que causó la muerte de varios cientos de personas, los abajofirmantes nos solidarizamos con los millones de sirios que han luchado por la dignidad y la libertad desde marzo de 2011. Llamamos a los pueblos del mundo a apoyar la revolución y sus objetivos, exigiendo el fin inmediato de la violencia y el fin del ilegítimo régimen de Assad.

En el aniversario del ataque, 21 de agosto, llamamos a los partidarios de la Revolución Siria y los levantamientos a escala regional y mundial por la libertad, la dignidad y la justicia social, a organizar actos para denunciar las atrocidades, la desinformación, las mentiras y silencios vergonzosos, y para mostrar solidaridad, tanto política como material, con los actuales esfuerzos por abajo de los sirios.

Los revolucionarios sirios han seguido luchando por la libertad a pesar de los muchos obstáculos que enfrentan. Para matar la revolución, el régimen sirio recurrió a cuatro estrategias: 1) la militarización de la revuelta a través de una campaña de seis meses de represión violenta de protestas pacíficas 2) islamización de la sublevación mediante el ataque a grupos seculares y el empoderamiento de los yihadistas, 3) sectarización del conflicto a través del reclutamiento de un creciente número de combatientes chiítas en el extranjero, junto con el ataque a las zonas sunitas, y 4) la internacionalización de la guerra, invitando a Irán y Rusia a jugar un papel central. Al mismo tiempo países como Estados Unidos, Arabia Saudita y Qatar respaldado grupos reaccionarios para socavar la revolución popular.

El caso "Douma 4" también muestra que los revolucionarios sirios están luchando en dos frentes. Cuatro activistas valientes que trabajan para el Centro de Documentación Violaciónes fueron secuestrados en diciembre de 2013 por hombres armados, enmascarados e inidentificados a los que se cree parte de grupos islamistas. Estos activistas fueron atacados porque constantemente se pronunciaron en contra de todas las formas de tiranía y de abusos contra los derechos humanos, independientemente de su autor. Su secuestro es un recordatorio de que la revolución siria no es solamente contra la dictadura de Assad, sino también cada vez más en contra de grupos reaccionarios y oportunistas que se oponen a los objetivos de la revolución: la democracia, la justicia social y el fin del sectarismo.

El primer aniversario de los ataques químicos es una ocasión para reafirmar la importancia del proceso revolucionario no sólo en Siria sino también en todo el mundo árabe. La lucha contra la dictadura siria, el yihadismo global, y el imperialismo venga de donde venga no debe ser visto como algo local o siquiera regional. Forma parte de un momento insurreccional en el que todo el mundo se ha convertido en el campo de batalla. Los nuevos acontecimientos en Irak y la reanudada guerra contra Gaza han demostrado que el destino de la revolución siria está conectado a la situación en toda la región. La lucha de los sirios a la dignidad, la libertad y la autodeterminación no puede desvincularse de la histórica rebelión contra el sionismo, la lucha de Egipto contra el despotismo militar, el levantamiento de Bahréin contra la dictadura, la lucha kurda por la autodeterminación, la zapatista y otras resistencias de pueblos indígenas contra el racismo y el neoliberalismo, o las masivas rebeliones de trabajadores en todos los continentes contra las exigencias de austeridad impulsadas por la crisis.

La revolución siria está en una encrucijada, y los revolucionarios sirios necesitan desesperadamente apoyo en su lucha en varios frentes. Una victoria de las diversas contrarrevoluciones sellaría permanente la mayor limpieza étnica de nuestro siglo, dejaría el país en ruinas y desestabilizaría gravemente la región y el mundo. Una victoria de la revolución, sin embargo, daría rienda suelta a las aspiraciones sociales y políticas largamente reprimidas en todo el mundo árabe y más allá.